La gestión integrada de datos es un enfoque estratégico que unifica los recursos de aplicaciones, datos y almacenamiento, ya sean bloques, archivos u objetos, en un único marco. Esto elimina los silos y crea un entorno de datos optimizado que simplifica la gestión de sus datos a lo largo de su ciclo de vida. Al consolidar herramientas y procesos, las organizaciones reducen los gastos generales, mejoran el rendimiento y aceleran la toma de decisiones.
Los beneficios son significativos: la gestión integrada de datos permite a los equipos alejarse de las tareas administrativas rutinarias y centrarse en la innovación y la planificación estratégica. También fortalece la agilidad y la consistencia de la infraestructura. Esto es particularmente importante en los casos de uso modernos de gestión de datos, donde la velocidad, la confiabilidad y la simplicidad operativa pueden definir la ventaja competitiva.